Otra vez, Atlético se vio superado por un rival y, pese a dar pelea en los últimos minutos, sufrió su sexta derrota en el torneo. Fue 2-1 ante Argentinos Juniors, pero dio la sensación de que el marcador pudo haber sido más abultado.

¿Por qué? Dos respuestas podrían contestar esta pregunta: la primera es que el Bicho es un equipo que se destaca por su eficacia ofensiva (promedia 1,3 goles por partido) y la segunda que el planteo implementado por el DT Lucas Pusineri para contener el embate de los dirigidos por Gabriel Milito no dio resultado.

Al igual que ocurrió con el partido contra Estudiantes en La Plata, el técnico dispuso un esquema con cinco defensores, tres mediocampistas y dos delanteros (Cristian Menéndez reemplazando a Marcelo Estigarribia).

Durante el primer tiempo, el Decano relegó el manejo de pelota que fue monopolizado por Argentinos. Recién en el complemento se vio un cambio de actitud, y así fue como encontró un penal (tras una dudosa falta sobre Mateo Coronel) que Menéndez cambió por gol.

La buena noticia, quizás, sea el fixture que se viene, con los compromisos contra Tigre como visitante y dos partidos seguidos como local, Arsenal y Lanús. La urgencia es clave: ganar en el Monumental, algo que pasó por última vez el 4 de marzo ante Banfield.

¿Qué pasará con Pusineri? 

Anoche el entrenador habló y realizó una profunda autocrítica, pero no se refirió a su futuro. Todo lo contrario, anticipó que el plantel se reunirá hoy en el complejo.

También hizo hincapié en que los esfuerzos del equipo muchas veces no son retribuidos en el resultado final. La afirmación tiene bastante de cierto.

Sacando el partido de ayer, Atlético es un equipo que genera situaciones, que tiene buenos momentos, pero sus altibajos durante los 90 minutos, su esquema desbalanceado y sus pocas alternativas lo condenan.